¿Cómo será la cocina del futuro?

¿Cómo será la cocina del futuro?
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Los electrodomésticos siempre han tenido una vocación: facilitar el trabajo doméstico. Piense, por ejemplo, en las pobres manos que lavaban su ropa frotándola con agua fría. O los platos que había que lavar después de una comida de Navidad con toda la familia. Con una nevera, podemos comprar una vez a la semana, porque los productos están perfectamente conservados, así que ya no tenemos que ir de compras todos los días, como hacían nuestros abuelos o bisabuelos.

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El hecho de que la palabra comidista sea más conocida como foodie, o que el almuerzo se llame brunch, indica que algo está cambiando en el mundo culinario. Pero no se trata sólo de una cuestión de nomenclatura o de producto. ¿Qué electrodomésticos tendremos en nuestras cocinas dentro de unos años? ¿Seguirá existiendo el horno o el microondas?

Desde Selemo queremos explicarte como pensamos que serán las cocinas del futuro. Empecemos fuerte, algunos dicen que las cocinas del futuro no tendrán refrigerador. Esto se basa en la idea de que la gente está gastando cada vez más dinero en restaurantes y no en supermercados para comprar. Diversos especialistas en la materia se aseguran de que poco a poco instalemos embalajes de ingredientes listos para su uso, o “servicios de entrega de comidas”, que sustituirán a nuestros electrodomésticos habituales.

Por otro lado, hay quienes siguen creyendo que seguiremos utilizando los electrodomésticos, pero de forma diferente. Ignacio Martín, Director Global de SmartHome Services de Telefónica, afirmó: “Los electrodomésticos podrán funcionar casi por sí solos. El hogar aprenderá cuándo realizar las tareas rutinarias de acuerdo con los estándares familiares. Con el advenimiento del Internet de las cosas y la inteligencia artificial, es posible que tengamos un dispositivo en la cocina que vendrá a comprar o cocinar para nosotros solos. Además, estos objetos estarán conectados entre sí, a la red wifi, o al smartphone, para que podamos conectarnos a Internet desde el banco de trabajo, o ver Netflix en la pantalla del horno. “Estamos entrando en una casa inteligente. Y esto llevará a muchos cambios en la forma en que las familias interactúan con su hogar. Permitirá que los dispositivos que hemos conocido hasta ahora que tienen funciones específicas sean verdaderamente multifuncionales y permitan no sólo hacer una cosa, sino también desempeñar diferentes funciones.

Entre las muchas opciones y conjeturas cuyos objetos ocupan nuestras cocinas, imaginamos robots de cocina que pueden cocinar de una manera extremadamente compleja y frotar los platos, o un horno controlado por teléfono móvil. Marius Robles, CEO y cofundador de Reimagine Food, sugirió algunos de los fenómenos que podemos esperar en esta transición, como la penetración de los robots en la vida cotidiana o los impresores de alimentos en 3D.

En este contexto, se puede decir que la cocina puede ser una revolución en la vida cotidiana de la gente como la que llevó a la llegada de los teléfonos inteligentes. Además de ser uno de los lugares más utilizados de la casa, está pensado para convertirse en un espacio de relaciones familiares y de ocio, o incluso para funcionar como oficina. Como señala el Instituto Silestone, “dentro de 25 años, la cocina será un espacio social y sanitario (gracias al uso generalizado de cocinas más sanas, alimentos cultivados en casa o a cero kilómetros de distancia), una relación con el resto de los habitantes de la casa (espacio social, trabajo, etc.) y un vínculo con el entorno (compras online, interacción con el mundo exterior, etc.).

Aunque todo esto parezca lejano, estas novedades empezarán a notarse día a día con la llegada de la 5G y el Internet de las Cosas, y no sólo en la cocina, sino que estaremos conectados con todo lo que nos rodea día a día, como nuestro coche, el ascensor, o las tarjetas de crédito.